Empecemos por aclarar algo que muchas veces confundimos: cuando hablamos de “zona íntima” nos estamos refiriendo a nuestros genitales externos, la vulva, y a nuestra vagina, y debemos cuidar de ambos de forma muy diferente.
Por un lado, nuestra vulva actúa como una barrera que nos protege del exterior y está compuesta por microorganismos únicos y diferentes a los del resto del cuerpo. Cuidarnos debe incluir proteger esta piel tan sensible, para evitar alterar su pH y así posibles infecciones.
En cuanto a nuestra vagina, “cuanto menos, mejor”, pero de eso hablaremos luego.
El ph vaginal ¿qué es?
El pH vaginal es el grado de acidez o alcalinidad de la vagina. Este es ácido comparado con el del resto del cuerpo y por eso nos protege contra infecciones, mantiene nuestra vagina lubricada correctamente y evita la formación de malos olores.
Hábitos para mantener limpia y sana tu zona íntima
En primer lugar tenemos que hablar de nuestra ropa interior y en concreto del algodón. Y es que si hay un material que permite que la piel transpire y no se acumule humedad en nuestra zona genital, ese es sin duda el algodón. Así que, aunque el encaje y los tejidos sintéticos quedan divinos, en el día a día te recomendamos usar ropa interior hecha 100% de algodón.
Otro truco es probar a dormir sin ropa interior o con un pijama ancho y cómodo que no te apriete. Porque al final, aunque el algodón transpira más que cualquier otro tejido, no deja de retener algo de humedad, lo que puede producir un crecimiento de levaduras o bacterias.
Como puedes ver, la humedad es nuestra gran enemiga. Crea el ambiente perfecto para la proliferación de hongos vaginales e infecciones. Nuestro consejo es que intentes no pasar demasiado tiempo con el bikini o bañador mojado puesto y no lleves pantalones demasiado ajustados en la zona genital.
¿Jabón? La gran duda
El pH de nuestra zona genital es ácido, a diferencia del resto del cuerpo que tiene un pH neutro. Esta es la principal razón por la que, en general, no se recomienda usar jabón para lavar la zona íntima y mucho menos el mismo que usas en el resto del cuerpo.
Incluso los jabones específicos nunca serán exactamente igual de ácidos que el pH genital. Por lo que nuestro consejo es lavarse correctamente solo con agua tibia la zona íntima.
También te resultará muy familiar lo de las toallitas de higiene íntima contra el olor, para mantenerte “fresca” y supuestamente más limpia. Sin embargo, sucede lo mismo que con los jabones, su pH no es igual que el de tu vulva. Además, pueden provocar un exceso de humedad en la zona, por no hablar de lo poco ecológico que es a nivel medioambiental.
Las duchas vaginales son innecesarias
Volvemos a recalcar que la vagina y la vulva no son lo mismo. Si bien es importante limpiar a diario nuestra vulva, el lavado vaginal puede ser peligroso, ya que nuestra vagina no necesita una limpieza (salvo prescripción médica). Por lo que para mantener su pH equilibrado lo mejor es… ¡no hacer nada! Y evitar introducir químicos o sustancias que puedan alterar nuestra microbiota o flora vaginal.
Y después de todo este rollo informativo, que esperamos que os haya servido para identificar lo que hacéis bien y mal en vuestros hábitos de higiene, desde Atlantia os queremos presentar nuestro nuevo producto para el cuidado vaginal: REGILUB.
Se trata de una crema-gel sin perfume destinada a aliviar la sequedad vaginal, compuesta por aloe vera de cultivo ecológico y aceite 100% puro de Rosa Mosqueta, de alta capacidad regeneradora.
Su aplicación es tanto interna como externa y su función principal es hidratar y cuidar la mucosa vaginal creando una película protectora, así como aumentar su elasticidad. Por supuesto, su pH es fisiológicamente compatible con el de la zona íntima.
Recomendamos que lo apliquéis en la vulva y la zona vaginal con la yema de los dedos para una hidratación continuada.
Nos sabéis las ganas que tenemos de que lo probéis y así podáis comprobar sus beneficios, ya que ha sido creado con mucho amor y mimo para cuidar de nuestra zona íntima de la mejor manera posible.